Quiero compartir con vosotros una reflexión sobre lo importantes que son la pequeñas cosas, los logros mínimos y el cuidado que nos proporcionamos día a día para crecer y evolucionar, estamos a costumbrados a la inmediatez, a tenerlo todo ya y el día a día, la gota a gota es lo que muchas veces hace la diferencia.
Había una vez un hombre que se sentía desanimado, su vida no avanzaba y estaba empezando a perder la esperanza. Decidió ir a hablar con su maestro y este le preguntó:– ¿Sabes cuanto tarda un bambú gigante en crecer tan alto como un edificio?
– No lo sé- respondió el hombre
Y el maestro empezó a contarle la historia de la planta de bambú
– El primer año hay que sembrar la semilla y regarla y fertilizarla cada día…y no pasa nada. Se riega y se fertiliza durante otro año entero…y otro…y otro y sigue sin pasar nada. Entonces, en el quinto año empieza a crecer y en seis semanas puede llegar a crecer más de 40 metros. Entonces ¿cuanto crees que tarda el bambú en crecer tan alto?-preguntó de nuevo el maestro
– Seis semanas, claro, respondió el hombre.
– Aquí está tu error- dijo el maestro. Tarda cinco años. Si hubiéramos dejado de regar y fertilizar la planta un solo día durante estos cinco años, se habría muerto. Durante estos años bajo la tierra, una enorme red de raíces se estaba desarrollando para soportar el crecimiento tan fuerte y repentino del bambú.
Es importante tener en cuenta que el crecimiento requiere paciencia y perseverancia. Cada gota de agua marca la diferencia, cada paso que se da tiene un impacto en nuestra vida, quizá no vemos el crecimiento en el momento, pero te aseguro que estás creando una red de raíces que te sustentará y te permitirá crecer con equilibro a lo largo de tu vida
Mucho éxito y feliz semana