“Cuidado con los pensamientos: se convierten en palabras
Cuidado con las palabras: se convierten en acciones
Cuidado con las acciones: se convierten en hábitos
Cuidado con los hábitos: se convierten en carácter
Cuidado con el carácter: se convierte en destino”
Frank Outlaw
A través del lenguaje, de lo que decimos, de las conversaciones que mantenemos, creamos realidades, abrimos y cerramos oportunidades, tomamos decisiones, emprendemos nuevos retos… El lenguaje tiene un impacto definitivo no solo sobre lo que somos hoy sino también sobre nuestro futuro.
Cuando decimos que somos de una determinada forma, actuamos de esa forma, somos consecuentes con la imagen que tenemos de nosotros mismos, pero hay que tener en cuenta que estas afirmaciones sobre lo que somos nos limitan a actuar de la forma opuesta. De manera que si decimos que somos cobardes y no nos enfrentamos a los retos actuaremos de esa manera y tenderemos a pensar que la cobardía forma parte de nuestra forma de ser y no puede ser modificada.
Pero aquí esta la grandeza del lenguaje !!!!
Si el lenguaje constituye las acciones y por lo tanto nuestro ser, este camino se puede hacer a la inversa ¿verdad? si una persona actúa como si fuera valiente y se enfrenta a los retos de forma activa durante el tiempo suficiente como para consolidar una nueva imagen personal y proyectada, constituirá, en consecuencia, un nuevo ser.
Voy a hablar de cinco actos lingüísticos que utilizamos normalmente en nuestras conversaciones y las repercusiones que tienen en nuestro ser
LOS HECHOS: Los hechos son descripciones, observaciones de algo que ya ha ocurrido. Estas descripciones nunca son totalmente objetivas, siempre están influidas y afectadas por los filtros que cada uno ponemos en nuestro observar (filtros relacionados con la cultura, con las creencias, con las distinciones que poseemos sobre lo que observamos, etc..) Es importante tener esto en cuenta, si un botánico, un pintor y un guardabosques pasean por un bosque, la descripción que hagan del mismo no tendrá nada que ver porque cada uno lo verá y lo describirá en función de su mapa del mundo.
JUICIOS Y OPINIONES: No es lo mismo decir » Esos niños están tirando papeles ” que decir “Esos niños no paran de molestar”. En el primer caso, estamos haciendo una descripción (se trata de un hecho). En el segundo caso, estamos emitiendo una opinión (un juicio). Cuando emitimos un juicio, estamos hablando de la manera en que vemos el mundo, de lo que opinamos sobre lo que ocurre a nuestro alrededor. Es importante distinguir entre hechos y opiniones.Cuando una persona tiene dificultad para diferenciar estos actos del habla, tenderá a pensar que sus opiniones son hechos universales, que cualquier otro observador debería opinar lo mismo que él opina. Con lo que eso supone…
DECLARACIONES: Las declaraciones son juicios que se orientan al futuro y que tienen la capacidad de crear una realidad que antes no existía. “voy a estudiar periodismo”, «No voy a poder aprender idiomas”, “estoy decidido a conquistar a esa mujer”… Las declaraciones llevan implícitas el compromiso de actuar de manera coherente con aquello que se declara, por eso son muy poderosas para bien y para mal.
«Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto». Henry Ford
PETICIONES: Una petición es un tipo de declaración en la que le pedimos a una tercera persona que nos dé su aceptación. Hacer peticiones en la forma adecuada es una habilidad conversacional absolutamente crucial, que nos permite aceptar responsabilidades y aclarar expectativas.
Las personas que tienen dificultades para hacer peticiones se hacen cargo personalmente de cualquier tarea, en ocasiones, esperan que los demás hagan su parte sin necesidad de pedirlo. “Yo espero que tú hagas X, y, cuando tú no cumples mi expectativa, me frustro y me ratifico en la idea de que tengo que hacerme personalmente cargo de todo”.
Para superar este tipo de creencias, tenemos que aprender a realizar peticiones de la manera adecuada, de lo contrario, lo más probable es que no obtengamos aquello que deseamos que ocurra. Dejemos de esperar que los demás lean nuestra mente, si quieres algo, pídelo de forma clara.
OFERTAS (HACER PROMESAS): Hacer una oferta significa ofrecerle al otro algo que nosotros pensamos que podemos darle. Está relacionado con el valor que nos damos a nosotros mismos. Cuando no nos ofertamos, nadie se entera de que somos una posibilidad. Por eso decimos que ofertarnos es un derecho que debemos utilizar más.
Las personas que tienen dificultad para ofertarse, esperan que los demás valoren sus cualidades y tengan en cuenta sus capacidades, sin necesidad de hacerlas valer. De nuevo, viven en las expectativas: “si me ofrezco, me expongo”, “no soy lo suficientemente valioso para ofrecerme”, “si me rechazan, me sentiré fatal”, Si me ofrezco, pareceré vanidoso”…
Aprender a hacer ofertas exige un determinado tipo de interpretación que tiene que ver con la idea de que, cuando el otro declina nuestra oferta, no nos está rechazando a nosotros, sino simplemente la oferta. Esta distinción entre el ser y el hacer, es necesaria para que puedan hacerse ofertas. De lo contrario, la persona se siente rechazada en su identidad.
Reflexionar sobre la forma en que utilizáis el lenguaje y que no os limite sino que os empodere
Feliz fin de semana y mucho éxito !!!!