En esencia, el cerebro humano consta de tres formaciones o cerebros independientes. Estos tres cerebros son, en orden de evolución, el cerebro reptiliano, el límbico y el neocórtex. Los tres cerebros están interconectados a nivel neuronal y bioquímico y cada uno controla distintas funciones de nuestro cuerpo, afectando directamente a nuestra salud, bienestar y rendimiento personal, profesional o académico.
El reptiliano regula las funciones fisiológicas involuntarias de nuestro cuerpo y es el responsable de la parte más primitiva de reflejo-respuesta. No piensa ni siente emociones, sólo actúa cuando nuestro cuerpo se lo pide: se encarga de los instintos básicos de la supervivencia: el deseo sexual, la búsqueda de comida y las respuestas agresivas.
Por encima del reptiliano, tenemos el sistema límbico, almacén de nuestras emociones y recuerdos. En él se encuentra la amígdala,considerada la base de la memoria afectiva. Entre las funciones y las motivaciones del límbico están el miedo, la rabia, el amor maternal, las relaciones sociales, los celos…
Cuando existe una lesión en la amígdala se es incapaz de reconocer la expresión de un rostro, de reconocer si una persona está triste o contenta, etc. Investigaciones han demostrado también que se altera el comportamiento social.
Por último, tenemos el neocórtex o cerebro racional, que es quien permite tener conciencia y controla las emociones, a la vez que desarrolla las capacidades cognitivas: memorización, concentración, resolución de problemas, habilidad de escoger el comportamiento adecuado… es la parte consciente de la persona, tanto a nivel fisiológico como emocional.
El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.
Buena parte de responsabilidad en conseguir un estado de salud integral recae en la amígdala. Cuando el estrés se apodera de nosotros, la amígdala se activa, no funciona con normalidad y esta alteración provoca que el cerebro no procese adecuadamente la información sensorial. Es entonces cuando la persona reacciona con impulsividad y se bloquean las funciones del neocórtex: los sistemas ejecutivos y de autocontrol emocional, que influye negativamente en nuestro bienestar y, en consecuencia, en nuestro rendimiento. Es lo que llamamos «secuestro emocional» actúan nuestras emociones sin pasar por el filtro de la razón por lo que hacemos y decimos cosas que no queremos.
Con todo esto no podemos concluir que tengamos actos instintivos, actos emocionales y actos racionales puesto que nunca se dan en forma separada o pura, siempre hay influencia de los 3 sectores…
Buen fin de semana y a desarrollar nuestros tres cerebros
Mucho éxito!!!!!!